En una era predominantemente digital.
Por medio de este post, regreso a mis raíces. Mis comienzos en el mundo digital fueron a través de la palabra escrita, lo cual me abrió puertas en la industria de la publicidad y eventualmente, me llevó de vuelta a la música.
Siento la necesidad de escribir y dirigirme a quien encuentre este escrito; si estás buscando hacer un detox digital, esta es la señal para realizarlo. Los que trabajamos en esta industria estamos propensos a desgastarnos: entre la necesidad de mantenerse al día con las tendencias, y a la velocidad que va la industria es algo casi inhumano. Por otra parte, tenemos la "película" de las redes sociales, donde todo el mundo es feliz, exitoso y andan enamorados...
Viendo tanta perfección cualquiera se frustra y se siente fuera de grupo. Entre tanta toxicidad busqué la forma de reducir mi presencia en las redes, sin descuidar a mis clientes por supuesto. Me di a la tarea de vivir en el mundo real y caminar por la acera de la verdad. Sin darme cuenta, emprendí nuevamente el camino del héroe en busca de respuestas espirituales y terrenales.
Lo interesante es encontrar maestros, guías, mentores y gente dispuesta a ayudarte. A esto súmale que ha sido un periodo de productividad grandísimo y sin hacer mucho ruido, el Universo se ha encargado de poner a las personas correctas en el momento correcto.
¿Se puede vivir sin redes sociales? ¡CLARO QUE SI! ¿Se puede progresar sin redes sociales? Absolutamente.
Un comentario random de lo que pienso que son las redes sociales para muchos (no todos): ¿Recuerdan la película "Demolition Man", donde existían unos billboards en la calle que "alimentaban" tu autoestima y te decían lo que querías escuchar? Es una matrix de alimentación de ego, falsas validaciones y vidas de embuste. Suena fuerte, pero, mi consejo a todos los que trabajamos con las plataformas es "Don't get high on your own supply."
Busca el balance entre la vida real, lo que verdaderamente cuenta, estar presente con quienes te necesitan, tus seres queridos, familia y amigos. El resto, es una película.